Este jueves 14 de diciembre tuvimos una nueva jornada de la Europa Conference League. Este es el tercer torneo en jerarquía del fútbol organizado de la UEFA, y lo disputan equipos que no quedaron tan bien clasificados en sus ligas locales. En uno de los partidos del día se enfrentaban el HŠK Zrinjski de Bosnia Herzegovina y el Aston Villa de Inglaterra. El duelo terminó igualado 1-1 gracias a los goles de Zaniolo por los visitantes y de Malekinusic por los locales, sin embargo, esto iba a pasar a un segundo plano.
Los jugadores quedaron parados y no iban a jugar más
Señoras y señores, se inauguró un nuevo método en el fútbol: no presionar. Nunca. Bajo ningún punto de vista ¿El equipo autor? Zrinjski, de Bosnia, ante Aston Villa. pic.twitter.com/oQ0UXfyxFE
— VarskySports (@VarskySports) December 14, 2023
Quedaba todavía por disputarse poco más de un minuto y medio, cuando de repente el balón quedó en posesión de Filip Marschall, arquero del Aston Villa. Los futbolistas locales quedaron «congelados», y ninguno iba a presionar al guardameta quien muy campante se quedaba parado apreciando el campo de juego. Pasaba y pasaba el tiempo, y cuando ya iba a cumplirse el minuto, el árbirro Balázs Berke amagó con actuar o tomar algún tipo de decisión ante lo que sus ojos estaban viendo.
Al percatarse de ello, el arquero de los ingleses decidió finalmente jugar el balón con uno de sus compañeros. La acción volvió a verse durante unos segundos, pero tiempo después el panorama volvió a ser el mismo. Los jugadores de casa estaban conformes con el empate, pues era algo histórico para ellos, y habían renunciado a seguir jugando, en este caso a presionar. Por fortuna el tiempo ya estaba cumplido, y el árbitro húngaro decidió ponerle punto final a la historia.
¿Puede hacer algo un árbitro en estos casos?
En la página 11 del libro de la IFAB, hay un párrafo que dice lo siguiente: «Las Reglas no pueden abarcar todas las situaciones posibles; cuando no existe una disposición específica en las Reglas, el IFAB espera que el árbitro adopte una decisión conforme al «espíritu» del juego y de las Reglas, lo que suele implicar hacerse la pregunta: «¿Qué quiere o qué espera el fútbol?».
Si el espíritu del fútbol es jugar para ganar (hacer goles), y observo que nadie se esfuerza, puedo amonestar perfectamente por tratarse de una conducta antideportiva. Una de las causales de amonestación, es la de «mostrar falta de respeto al espíritu del fútbol». En este caso, nadie quería correr, ni jugar, ni intentar marcar goles. El árbitro amagó en algún momento con tomar acciones, pero finalmente los jugadores entendieron que tenían que moverse y seguir el partido por respeto al fútbol.
Para ver más acciones insólitas del fútbol síguenos en nuestro X oficial
